Ayer el 50% de Rockindiependencia se trasladó hasta Valladolid para asistir al tercer concierto de la gira que trae a Placebo por nuestro país, y que sirve para presentar su último trabajo lanzado en 2009 Battle For The Sun.
La tarde empezó tranquilita, sin mucho jaleo en los alrededores, ni dentro del espacio habilitado para el concierto. Aquí debo decir que hubiese preferido otro tipo de emplazamiento antes que este, ya que la acústica, en mi opinión, no es lo suficientemente buena para este tipo de eventos. Aún así adelanto que Placebo sonó bastante bien.
Los encargados de acompañar al trío londinense durante los conciertos ofrecidos en España, es el grupo catalán The Last 3 Lines, el cual generó bastantes expectativas en mí al escuchar su álbum el mismo día, y que al verlos en directo no defraudaron. La misión de los teloneros es darse a conocer y calentar al público para el plato fuerte, y ellos lo consiguieron. Con unas guitarras frenéticas, recordando a The Sunshine Underground, y el bajo incrustándose en el pecho nos hicieron saltar e ir entrando en ambiente.
Con la puntualidad que caracteriza a los británicos, Steve Forrest, Stefan Olsdal y Brian Molko, de blanco impoluto, saltaron al escenario, con otros tres integrantes más que les acompañan en sus conciertos. Y sin esperar un minuto comenzaron el concierto con la potente "Nancy Boy" de su primer álbum, buen comienzo para un concierto de rock, tal y como Brian presentó a su banda. En este momento ya podíamos apreciar que aunque el sonido no era lo bastante bueno, Placebo es una banda con experiencia y supo salvar esos contratiempos. El calor empezaba a hacer mella entre los allí presentes y "Ashtray Heart" hizo que no bajara la temperatura y que continuara con la canción que da nombre al último álbum "Battle For The Sun". Volviendo a sus trabajos anteriores y sin descartar ninguno, tocaron "Soulmates Never Die" (increíble versión para sus directos de "Sleeping With Ghosts"), "Bionic", "Every You, Every Me" y "Special Needs".
La guitarra de Brian, el bajo de Stefan y la batería del nuevo integrante Steve no pararon de sonar ni un segundo. Para entonces estábamos otra vez en el disco del 2009, "Breathe Underwater", una sorprendente "The Never-Ending Why" y "Brigth Lights".
Llegó un momento de descanso con el inicio de "Meds", pero que a medida que avanzaba la canción el ritmo iba subiendo para desembocar en "Teenage Angst", tema que yo hubiese descartado del setlist en favor de alguna de su grandioso Black Market Music. La sorpresa de la noche llegó con el cover de "All Apologies" de Nirvana y que la mayoría del público, bastante diverso en cuanto a edad se refiere, coreó y aplaudió.
Reservadas para el final de la primera parte, las siempre presentes y que no podían faltar "Song To Say Goodbye" y "The Bitter End". No tengo palabras que describan los sentimientos que tengo cuando oigo estas dos canciones, sobretodo en directo y viendo a Brian a unos pocos metros acariciar su guitarra de esa manera tan agresiva y tan entregado.
Después de unos minutos con el escenario vacío y en los cuales no cesaron los pitidos y reclamos para que volvieran, aparecieron de nuevo para terminar lo que habían empezado.
Cuatro canciones, cuatro temazos en directo. Empezando por la nunca grabada "Trigger Happy", y que personalmente me sorprendió enormemente por la energía que transmite el grupo con ella, continuando con "Post Blue", "Infra-Red" y finalizando con la magnífica "Taste In Men", otra de mis favoritas y que no podía faltar.
Con 6 discos no podíamos tener un concierto perfecto, pero sí haber metido alguna canción más como "Special K" o "Days Before You Came", y haber hecho un concierto que llegara, por lo menos a la hora y media, ya que el público había dado la talla, y consiguió llenar el recinto. Pero las sensaciones y mi afonía me hacen pensar que había estado en un gran concierto.
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